Fotos: Pedro Hernández
Empieza un nuevo ciclo escolar y eso puede significar que se renuevan momentos maravillosos o bien conflictos no resueltos. Para muchos niños y niñas las vacaciones son muy largas, cuando todavía faltan una o dos semanas, ya quieren volver a clases para ver a sus amigos, dejar de aburrirse en casa o contarles a todos las maravillosas vacaciones que pasaron, pero para otros las vacaciones se les fueron muy rápido y sufren pensando que cada día falta menos para regresar.
En ambos casos se puede considerar normal que los niños y las niñas quieran o no regresar a clases, pues un nuevo ciclo significa para ellos dudas naturales, temor a lo diferente o a lo nuevo y también ilusiones.
Olys Zambrano, Educadora y coordinadora regional de Educación Especial, informó que es responsabilidad de los padres, madres y representantes, apoyar y motivar a los hijos en la adaptación adecuada a la vida académica. “Muchos docentes dejamos asignadas una serie de actividades, las cuales deben ser ejecutadas por el niño o niña periodo vacacional, con la debido acompañamiento del adulto”, enfatizó.
Agregó, “año tras año la situación se repite, la adaptación o la readaptación es un proceso que suele durar aproximadamente una semana, partiendo de la hipótesis de que el ambiente escolar y familiar sea el adecuado. Todo dependerá de la actitud que tengamos los educadores y los padres, pues ambas partes debemos estar preparados para transmitir a los niños y niñas una impresión positiva de lo que representa ir o volver a la escuela, así como debemos apoyarles en la transición de las vacaciones a las clases”, puntualizó Zambrano.
Yipsi M. Alvarez, Psicopedagoga, manifestó que para los padres, madres y representantes, hablar con su hijo o hija es un aspecto de suma importancia en este proceso. “Es imprescindible que se les ofrezca un mensaje alentador sobre lo que les espera en el colegio, las actividades de las que formarán parte, así como de las maravillosas y nuevas experiencias a las que se enfrentarán, por lo que es recomendable proporcionar detalles y, en la medida de las posibilidades, llevarlos a visitar el colegio previo al inicio de clases”, indicó.
Ambas especialistas recomiendan estimular a los niños y niñas, a través de recursos lúdicos y pedagógicos; establecer reglas en el hogar como retomar la hora habitual de acostarse, reducir las horas de juego y tiempo de ver televisión; además de asignar pequeñas tareas de destreza, esto debe efectuarse una o dos semanas antes del inicio de clases, con mucha tranquilidad y sin autoritarismo, para no causar estrés o repercusiones negativas en el infante.
Proceso de adaptación
Cuando el niño o niña va a la escuela, por primera vez, normalmente se aplica un horario de adaptación para que, poco a poco, el niño se vaya acostumbrando a la nueva realidad. Todo dependerá de la disponibilidad de tiempo que tengan los padres, madres y representantes, pues es necesario tener mucha paciencia y comprensión con los niños y niñas, así como a la vez demostrarles todo con mucho entusiasmo y positivismo.
Para los niños mayores, los que ya están acostumbrados al mundo escolar, los "veteranos", la adaptación casi siempre no es un problema, dependerá mucho de su carácter. Cada niño reacciona de una forma distinta y en esta situación no puede haber comparaciones.
Papel que juegan los padres y madres
Es fundamental que el niño y niña cuente con el apoyo y el ánimo de sus padres, que se críe en un ambiente familiar favorable en casa, a fin de que se sienta más seguro y apoyado, lo que le permitirá adaptarse al nuevo ritmo de vida. Los padres, madres y representantes deben hablar con sus hijos acerca de la nueva situación, transmitirles confianza, pedirles su colaboración y su comprensión.
Es necesario destacarle los cambios positivos que el nuevo año escolar les traerá, como también participar de cerca en todo el proceso, es decir, comprar los libros y forrarlos con ellos, ordenar la ropa o el uniforme, y acompañarlos al colegio por lo menos durante la primera semana.
Una recomendación de los expertos es que los padres, madres y representantes, hablen con sus hijos de las capacidades, ilusiones, habilidades y expectativas que ellos tienen hacia esta nueva etapa, aseguran que esto contribuirá a que los niños y niñas se sientan arropados y capacitados a salir adelante, ante las dificultades que se les puedan presentar, fomentando así su autoestima.
Recursos de estimulación
1.- Explicarles que conocerán nuevos amigos con los que podrán jugar.
2.- Dedicar un tiempo al niño o niña para conocer sus intereses escolares, con el fin de aclarar dudas y que sepan a lo que se enfrentan.
3.- Hablarle de lo emaciante que será regresar a clases.
4.- Invitarlo a comprar los útiles escolares, la mayoría de los niños y niñas les gusta mucho comprar cosas nuevas.
5.- Permitirles participar en la selección de los colores y diseños de sus mochilas, cuadernos y luncheras, esto lo estimulará a querer usar sus nuevas adquisiciones.
6.- Ayude a su hijo o hija a que se vaya adaptando al horario escolar, un par de semanas antes del inicio de las clases practique con él juegos lúdicos, la lectura, escritura y otras actividades que realiza en un salón de clases.
Cómo hacer más fácil su primer día
- Recuérdele a su hijo que no es el único que está un poco preocupado por el primer día de clases. Las maestras saben que los estudiantes están ansiosos y harán un esfuerzo adicional por asegurarse de que todos se sientan tan cómodos como sea posible.
- Señale los aspectos positivos de empezar un nuevo año escolar: ¡será divertido!, verá a sus antiguos amigos y conocerá nuevos, refrésquele sus recuerdos positivos sobre años anteriores, cuando pudo haber vuelto a casa después del primer día de clases muy animado porque se la pasó bien.
- Encuentre a otro niño de la comunidad con el que su pequeño pueda ir a pie a la escuela o ir en el transporte escolar.
- Si lo cree apropiado, lleve a pie o en automóvil a su hijo y recójalo en su primer día de clases.
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